La astrología es multi-referencial y ello significa que una misma configuración astral puede tener diferentes manifestaciones para diferentes sujetos e incluso -y esto es lo fundamental- para un mismo sujeto.
La multi-referencialidad se muestra, por ejemplo, en la relación entre una carta natal y la vida específica de la persona de esta carta natal. Es la misma relación que encontramos entre el genotipo y el fenotipo.
¿Qué es el genotipo y el fenotipo? El genotipo es el ADN, el código genético. El fenotipo es lo que luego se manifiesta de este ADN y que depende del ambiente, de las circunstancias.
El ADN es como, por ejemplo, Mercurio en Aries. En ambos casos hablamos de un código. Y estos moluscos que vemos en la imagen son como los comportamientos que observamos típicos de un Mercurio en Aries. En astrología, como en genética, tenemos un código, un código astral, que según las circunstancias, se manifestará de una forma u otra. Y esto es la multi-referencialidad en la astrología.
A pesar de la variabilidad de conductas observables, todas estas conductas están limitadas, es decir, siempre quedarán subsumidas en lo que el código astral permite. Esto es lo que exactamente ocurre en el caso del código genético. Y es lo que le pasa a esta especie de moluscos donde colores y patrones de la concha son increíblemente variados. No obstante, hay diferencias pero está todo limitado, no hay conchas con formas diferentes ni tamaños diferentes. De la misma manera hay hombres altos y bajitos pero ninguno mide menos de 10 cm ni más de 4 metros.
Lenguaje y multi-referencialidad
El lenguaje para expresar la misteriosa relación entre la carta natal y sus manifestaciones es un lenguaje que combina el lenguaje abstracto y el lenguaje concreto. Y es que los astrólogos, en mi opinión, no comprendemos esto y, en consecuencia, no sabemos manejar con soltura la dinámica lenguaje abstracto-lenguaje concreto. También en consecuencia no comprendemos bien la relación entre el código astrológico y sus manifestaciones. Vemos cómo un problema lingüístico tiene importantes consecuencias en el propio conocimiento astrológico.
Símbolo y multireferencialidad
Podemos ver en la imagen una estrella de 6 puntas y que hemos visto tantas veces en diferentes contextos.
Una de las propiedades de los símbolos (o superconceptos) es que pueden luego manifestarse de muchas maneras. En la estructura cristalina del agua, en la timina (base nitrogenada del ADN), en los panales de abejas, etc.
Una estrella de 6 puntas es una figura geómetrica. Vemos que la geometría es otro ejemplo de disciplina superabstracta. A los amantes de la numerología supongo que también esto les será familiar.
Es lógico que la abstracción exista, es necesaria, pues fijaros la cantidad de objetos que implican. Lo mismo le ocurre a la astrología. Los conceptos astrológicos implican todos los objetos de la Tierra y, potencialmente, todos los objetos del sistema solar. La abstracción, insisto, es completamente necesaria. Es gracias a la abstracción que podemos pensar en todo ello.
La relación entre el símbolo y su manifestación es la misma que entre el genotipo y el fenotipo. Tanto en el caso del código astral como del código genético, estos códigos, que son una fuente de información, pueden manifestarse de diferentes formas en el individuo según el ambiente. Es decir, estos códigos pueden hacerse realidad de muchas maneras. Astrología y multi-referencialidad
Astrología y multi-referencialidad
Veamos esto con un ejemplo. Imaginemos Venus en Escorpio. Estamos utilizando un lenguaje muy abstracto, superabstracto. Todos nosotros, los que llevamos años en esto, tenemos sensaciones, intuiciones e incluso tendremos flashes de lo que pueda significar. En una primera aproximación podría bajar el nivel de abstracción hasta decir cosas como “Amor intenso y magnético”, “Disfrute de los extremos”, “Percepción de las relaciones humanas como algo profundas”. Para sintetizar quedémonos sólo con “Disfrute de los extremos”, Esto se podría manifestar de formas diferentes. Podría hacer al nativo con Venus en Escorpio alguien que le gustara ver Películas de Terror, o bien alguien que comiera con ansias, con gula con prisas, o bien sería alguien bastante precoz que tendría sexo con varias parejas en una sola noche.
Vemos, pues, cómo pueden haber diferentes comportamientos a pesar de partir del mismo código astral. Es como ver diferentes moluscos con un ADN idéntico. En todo este proceso habríamos bajado muchísimos niveles. Del superconcepto a la conducta observable están los 200 niveles de abstracción, por decir un número aproximado, que decía antes.