Empezamos el 2014 publicando un capítulo del libro «Integral Astrology», del astrólogo Armand Diaz, en el que el autor trata la relación entre ciencia y astrología, justo el tema que nos apasiona. Aunque nosotros, Astrología Experimental, no compartamos algunos puntos fundamentales de su exposición (y que al final comentamos), creemos que el texto ofrece valiosas reflexiones.
El texto:
<<Hay mucho para decir sobre Ciencia y Astrología. El paradigma científico ha sido el modo dominante de pensamiento –y creencia- en la cultura Occidental durante los últimos cientos de años y cada modelo de pensamiento tenía que considerar su posición en relación a la ciencia.
Comencemos con una declaración que va a enmarcar todo el resto de lo que voy a hablar: la astrología, tal como es practicada por la gran mayoría de los astrólogos, no es una ciencia.
La astrología científica es un intento de estudiar la astrología científicamente, aunque difícilmente podemos considerarla como un enfoque típico entre los astrólogos.
El significado original de la palabra «Ciencia» era más inclusiva que la definición actual, que es más específica. Antes, una ciencia era simplemente una rama de conocimiento práctico o teórico; en ese sentido la astrología podría considerarse una ciencia. Pero una definición arcana de la ciencia tendrá el efecto de hacer de la astrología una ciencia arcana, y eso no nos ayudará mucho en el mundo contemporáneo.
Hoy, una ciencia es una rama de conocimiento que específicamente usa el método científico. La astrología obviamente no usa ese enfoque para investigar y expandir su base de conocimiento, aunque como cualquier disciplina, existe un procedimiento de presentar una idea, probarla, y evaluarla dentro la comunidad.
Si bien voy a apuntar varias cuestiones a debatir sobre la ciencia y la astrología, yo no pienso que sea imposible encarar un abordaje científico de la astrología. Sí, que lo que se pueda hacer desde ese enfoque será limitado (y voy a mostrar porqué) pero eso no significa que no pueda ofrecernos insights valiosos.
Hay varios problemas sobre encarar un abordaje científico de la astrología, y todos tienen su raíz en la visión de mundo de la ciencia y la astrología, que son radicalmente diferentes. Si bien la visión de mundo científica no necesariamente es materialista (ha sido aplicada a asuntos no físicos, como lo demuestran las ciencias sociales) la ciencia moderna comenzó con el reino del mundo material, y en él tuvo gran éxito, lo cual llevó a favorecer una perspectiva materialista en la comunidad científica.
Por ese motivo, me parece mejor mirar hacia las disciplinas emergentes del Nuevo Paradigma, que hacia el paradigma científico materialista que ha reinado durante los últimos siglos. Aunque Bruce Scotfield estaba en lo cierto cuando señaló que es mucho más fácil para nosotros rechazar lo que nos ha rechazado a nosotros, pero el resultado de esta actitud es a menudo un pensamiento descuidado sobre la astrología y sobre cómo funciona. Me parece importante tratar la relación entre la ciencia materialista oficial y la astrología.
Miremos más de cerca las miradas divergentes de la ciencia y la astrología. Parte del método científico supone comprobar una hipótesis y medir resultados. El test ácido de la prueba científica es: la relevancia estadística. Que un fenómeno medido alcance relevancia estadística determina, por ejemplo, si una droga va a llegar a las estanterías de las farmacias, si el gobierno indicará que no comamos salmón, etc.
Abre cualquier libro de estadísticas y en el primer capítulo encontrarás que las pruebas estadísticas tienen una función muy específica, y es: ayudarnos a determinar si un resultado particular se debe a la relación entre dos factores (por ejemplo, una droga y la mejora de una condición médica) o si fue debido al azar.
Si un fenómeno alcanza relevancia estadística, es improbable que el resultado sea una coincidencia. Diferentes científicos trabajando en diferentes contextos usan unos cuantos criterios para efectuar esa determinación. Psicólogos y otros científicos sociales usualmente verifican un resultado si las rarezas vinculadas al azar son menores al 5%. (…)
Piensa por un momento sobre lo que significa la relevancia estadística: que una relación observada entre dos factores no se debió al azar, o en otras palabras, que la aparente relación no fue una coincidencia.
Ahora piensa sobre la astrología, y como abordamos la relación entre el cielo y nuestras vidas: como es arriba es abajo; “las estrellas indican pero no obligan”. Muchos astrólogos usan el término sincronicidad para describir cómo funciona la astrología, y sincronicidad es un término que describe coincidencias significativas.
La estadística, y por extensión, la ciencia, tiene el objetivo de demostrar que las relaciones no son coincidencias, pero los astrólogos no claman por aquello. No es que lo que observamos no son coincidencias –sí que lo son- sino que: esas coincidencias, ¡son significativas!
Demostrar la casualidad no siempre es posible debido a las limitaciones del diseño de la investigación. Los científicos en general apuntan a descubrir relaciones causales, más que simples correlaciones (es bueno saber que tomar una droga de hecho causa una mejora). Acá de nuevo, tenemos un contraste directo con el abordaje sincronistico, porque como dice el título del ensayo de Jung, sincronicidad es un principio de conexión acausal.
Esto muestra que la astrología y la ciencia están funcionando en distintos paradigmas. La diferencia paradigmática perdurará aunque tratemos de demostrar que la relación entre factores astrológicos y terrestres es correlativo y no causal.
Por supuesto, su enfocas a la astrología desde una perspectiva causal, esto no será un problema, pero entonces vas a tener que explicar porqué el planeta Urano tiene un efecto particular en la psique de los humanos y los animales y los acontecimientos en la tierra, y un efecto simbólico de aquello.
Vivimos en un mundo en donde la ciencia ha sido elevada al estatus de religión, y no es de extrañar: desde el aire acondicionado que nos mantiene frescos, hasta los jumbos que transportan a las miles de personas a través del globo en menos tiempo que la mayoría de la gente pasa en el trabajo cada día, tenemos la tangible evidencia de los beneficios del pensamiento científico en todos nosotros, todo el tiempo. Aunque también es verdad que la ciencia nos ha conducido a una visión materialista de las cosas y una tendencia a ver el mundo como “desencantado” (como dice Richard Tarnas) o como materia muerta. Hay excesos extraordinarios como reducir a la conciencia como un epifenómeno de la materia. Esos problemas son importantes para los astrólogos, porque una visión del cosmos densamente materialista hace de la astrología que nosotros conocemos y practicamos, algo imposible. En verdad, esta es la primera razón de porqué hay tan poco entusiasmo para estudiarla científicamente.
Unas pocas almas bravas procuraron desarrollar una astrología científica, con resultados mezclados. Gauquelin. 1950 a 1980, desarrolló investigaciones interesantes, como la relación entre un emplazamiento planetario y la carrera de una persona, pero más allá de la excitación inicial, la investigación no consiguió apoyo. No hubo un seguimiento, pero esto no es culpa de los astrólogos. Generalmente la práctica de los estudios significativos tiene que ser replicada, y algunas variables independientes son manipuladas para expandir y refinar los descubrimientos de un estudio.
Consideraciones prácticas limitan el potencial de la astrología científica. Hasta los más modestos presupuestos de los departamentos más esotéricos de una universidad parecen enormes en comparación con el cash disponible para los estudios astrológicos. La investigación es normalmente hecha de forma casera, en horas libres, como si fuera un hobby. La comunidad científica puede mofarse de que no hay un fundamento científico para la astrología, pero por cierto no están flexibilizando recursos para tratar el problema. Hay pocos estudios que apoyen la astrología. No puedes decir con certeza que tu sombrero no está en el placard si no te has tomado el tiempo para mirar. Pero como ya dije, una mirada densamente materialista del mundo hace que la astrología sea imposible a priori, y mirar seriamente a la astrología es percibida como un desafío a esa visión materialista. Para la ciencia materialista, es una amenaza tan grande como lo fue Galileo para la Iglesia hace unos cientos de años.
También hay problemas teóricos significativos para el estudio científico de la astrología. Allá por 1936, en Astrología de la Personalidad, Dane Rudhyar describió una serie de cuestiones que confrontarían cualquier intento de ver la astrología como una ciencia. Aunque el sentía que observar correlaciones estadísticas de factores astrológicos y terrestres era un proyecto valioso, reconoció que ese proyecto de última sería limitado. Rudhyar comprendió que las estadísticas miden la tendencia de grupos, mientras que la astrología está enfocada en otra dirección: en individuos.
Un factor astrológico particular puede prevalescer en un grupo determinado (ej atletas) pero su presencia no necesariamente significa el éxito en ese grupo, ni su ausencia indicará fracaso. La sensibilidad de los insights de Rudhyar continúan siendo contribuciones valiosas para nuestra comprensión de la relación entre la astrología y la ciencia.
Otros puntos teóricos merecen ser considerados. La ciencia se volvió tan materialista porque en general fue buena midiendo y manipulando el mundo físico. Pero si las mismas técnicas son aplicadas a la esfera humana la cosa es distinta. Hay unos cuantos principios en psicología y sociología que son tan universalmente aceptados como las leyes de la termodinamia, por ejemplo. Parte del problema es tener una clara idea de lo que se está midiendo. Si bien el elemento humano no está enteramente fuera del esquema cuando algo como la temperatura está siendo medido, hay mucho menos espacio para variaciones que cuando medimos un concepto nebuloso, como la motivación.
Los psicólogos abordaron ésto creando “definiciones operacionales”. Esencialmente, un investigador en psicología dirá: “podemos pensar en miles de maneras de observar la “motivación”, pero para el propósito de mi estudio voy a definirla como el numero de widgets que una persona reúne por hora, y podremos argumentar sobre su aplicabilidad en otras situaciones más adelante”. El resultado es un estudio que tiene una validez decente pues por lo menos, parece medir lo que declara.
El problema es que la astrología no solo es conceptual, sino simbólica. “Motivación” es una palabra que está significando algo, aunque es difícil reducirla exactamente a algo. Piscis, es una referencia simbólica, y los símbolos son productivos, o sea: siempre hay otra posible manifestación para la energía de Piscis, no puede ser limitada o operacionalizada. Considera también cómo fraseamos el significado astrológico. En astrología horaria decimos que “si algo es iniciado cuando la luna está fuera de curso, no resultará como fue planeado”. ¿Cómo vamos a operacionalizar y medir: “como fue planeado”?
Los científicos trabajan con condiciones controladas. Idealmente, en condiciones experimentales, solo una a dos variables independientes cambian. Por ejemplo, dos jardines son plantados uno al lado del otro, se los prepara con el mismo abono, se les da el mismo fertilizante, y luego se plantan semillas seleccionadas. En cada manera posible, los dos jardines serán similares. Pero a uno se le da una cantidad controlada de agua excedente, comparado con el otro jardín. La variable dependiente -el crecimiento de las plantas- medida por altura u otro factor, es comparada. Ya que cada otro factor conocido ha sido controlado, podemos asumir que cualquier diferencia en el crecimiento de las plantas se debe a la diferencia de regado.
En los estudios del mundo real, como las pruebas clínicas, es mucho más difícil controlar todos los factores posibles. Si por ejemplo los científicos quieren encontrar si las mujeres que comen más verduras tienen menor probabilidad de tener problemas cardíacos, van a necesitar una muestra muy grande, porque entre las mujeres en cada uno de los dos grupos (las que comen más y las que comen menos verduras) va a haber todo tipo de variables ocultas. En cada grupo, habrá variaciones sobre cuanta carne comen las mujeres, cuanto ejercicio hacen, la historia familiar de ataques cardíacos, y muchas otras variables que van a influenciar el resultado del estudio. Algunos factores, como la historia familiar, pueden ser manejados estadísticamente, o se pueden excluir ciertos potenciales participantes, pero un estudio a largo plazo como éste inevitablemente tendría que incluir varias ocultas.
La astrología no puede ser abordada experimentalmente. No podemos sostener de forma constante la posición de ningún planeta ni observar el efecto de ese planeta de forma aislada de los demás. Es más, no sólo siempre hay posibles variables ocultas que estarán siempre presentes, hasta la variable independiente está en movimiento continuo, y no sólo los estudios experimentales se verán afectados, sino también los estudios correlacionales. No importa cómo diseñemos un estudio, siempre tenemos que llevarlo a cabo en un entorno dinámico donde las condiciones nunca se van a repetir.
Si hacemos un estudio este año, no podemos replicarlo dentro de un año o dos, porque mismo si tenemos las misma posición de uno o dos planetas, los otros cuerpos celestes habrán cambiado su relación. Y nunca podemos saber con certeza si un planeta puede ser descartado: por ejemplo, Júpiter y Saturno pueden no tener mucho que ver con un estudio sobre la relación de Marte con Mercurio, pero sí tienen directamente que ver con la ciencia y la manera en que se estudian las cosas. O sea, afectarán al científico, si no es que al estudio mismo también.
El mismo problema de encontrar una plataforma estable desde donde estudiar astrología también aplica a los mismos símbolos astrológicos. Nunca se los ve de forma aislada, siempre existe algún tipo de relación el uno con el otro. Para casi todos los astrólogos, esto incluye cosas como signo+casa+aspectos. Nunca se trata solo de la luna: está la luna en el signo, la luna en relación a los otros planetas, y la luna en la casa. Estas relaciones están cambiando constantemente, creando diversos dibujos simbólicos que no pueden ser comprendidos por separado, a menos que trunquemos la astrología.
Nada de esto significa que el estudio científico de la astrología sea imposible, pero sí sugiere que la mejor forma de abordarlo será con técnicas cualitativas usadas en las ciencias sociales, al menos como complemento a los métodos cuantitativos. Por ejemplo, podríamos preguntar a un grupo de gente que describa como se siente cuando está teniendo un tránsito significativo de Plutón, y luego comparar su lenguaje con su descripción de un tránsito de Júpiter o de Urano. Los resultados pueden ser sistematizados y analizados estadísticamente. Hay muchas formas de abordar la investigación científica en astrología, pero los esfuerzos para mostrar que un Marte fuerte puede resultar en un cirujano, atleta o carnicero probablemente se queden cortos.
Hay tan poca astrología científica actualmente que es difícil abordarla como una tendencia. Sin embargo, hace sentido que los astrólogos científicos quieran establecer principios astrológicos basados en su propia data, en vez de basarlos en la tradición astrológica, y parece que es la dirección que está tomando. (ej: declarar que jugadores profesionales de rugby tienden a tener un Venus fuerte, si eso es verificado por la data, como Gauquelin, que verificó que Marte es fuerte en casas cadentes).-
Es un buen abordaje para los astrólogos científicos, y seguramente proporcionarán información útil. De cualquier forma, tenemos que cuidar no caer en la trampa de pensar que porque una idea astrológica deriva científicamente, es necesariamente más válida que una idea que proviene de otras metodologías. Escuché varios astrólogos manando sobre la verificación científica de la astrología, como si de alguna forma eso hiciera a la astrología más real. Puedo entender el sentimiento, dado el alto prestigio de la ciencia y el pobre estatus de la astrología, pero trae problemas.
Lo importante, siendo que los astrólogos científicos tienden a empezar sus investigaciones desde cero, necesariamente dejan de lado mucha de la riqueza simbólica de la astrología. Los complejos significados múltiples que se entrelazan en una simple frase como “Júpiter en Piscis”, son descartados hasta que se reconstruyan a partir de la data.
Es probable que la astrología científica, tal como está actualmente formulada, coseche algún tipo de correlación entre factores astronómicos y algunas manifestaciones terrestres. Cuidado con declarar que lo que se encuentre por este camino es más valido que otras formas de astrología. No digo que sea menos valido, pero los tipos de significado que se derivan de estas técnicas es limitado.
Es importante reconocer que los astrólogos científicos provienen de una visión postconvencional, científica y de alguna forma materialista, y por más de que sus resultados sean muy buenos, su validez se recorta a esa banda de realidad (Nivel Naranja Racional del AQAL). Y los buenos resultados en un estadio de desarrollo no necesariamente se transfieren a los demás estadios.>>
Traducción: Victoria Zain
Breves comentarios de Astrología Experimental:
- Creemos que Armand confunde algunas cuestiones. Por ejemplo, la significación astrológica y la significación estadística son conceptos muy diferentes. No obstante, cuando la define, parece entender lo que significa la significación estadística. Sin embargo, luego dice algunas cosas que nos hace pensar que confunde ambos términos.
- Los científicos SÍ consideran científico (y muy interesante) encontrar correlaciones. En ese sentido no creemos que astrología y ciencia funcionen en paradigmas distintos necesariamente. Algún día no muy lejano podrían llegar a encontrarse en un mismo paradigma. El método científico, en rigor, es una herramienta sin ideología. Los paradigmas van cambiando, así como las cosmovisiones, pero el método científico, a nuestro juicio, es algo más esencial/atemporal.
- No compartimos tampoco la idea de que una visión materialista imposibilite la realidad astrológica. Es como decir que el amor no se puede abordar materialmente cuando sí se puede (en términos de biología, por ejemplo). Por supuesto, el amor tiene una dimensión de «encantamiento» que pertenece a la esfera de lo emocional. Con la astrología igual: para entenderla correctamente se requiere diferentes abordajes, no sólo el científico.
- Sí que compartimos las dificultades que entrañan los símbolos. Que estas dificultades sean de tal calibre que imposibiliten la investigación científica, aquí discreparíamos por varias razones.
- Estamos de acuerdo con la cantidad de factores sin control que sesgan los resultados. No obstante, esto no excluye que hayan investigaciones como es en el caso de la epigenética.
- El abordaje científico sí que daría más consistencia a la astrología. El conocimiento astrológico se creó -parcialmente- a través de razonamientos inductivos (por ejemplo: observo muchos venus en casa 12 y concluyo que está relacionado con amores ocultos) y este tipo de razonamiento es el que mejora cualitativamente el método científico. ¿Cuántas veces hemos escuchado decir a astrólogos que x configuración astrológica estaba relacionada con x suceso porque lo habían visto «muchas veces»?
- Por último, y nos dejamos muchas cosas que se podríamos criticar, no es cierto que los astrólogos científicos tiendan a partir de cero en sus investigaciones pues eso sería anticientífico. Cualquier investigación parte de una hipótesis y ésta suele tener en cuenta la tradición astrológica. Aunque es cierto que algunos estudios han partido de cero.