Cuando se trata de esta rama del conocimiento, todos los sistemas de investigación comienzan a complicarse de manera tal que muchas veces se prefiere dejar las cosas como están y que sea el tiempo que decida si algún día los fenómenos astrológicos sean objeto de alguna investigación. Una investigación que cumpla con procedimientos cuidadosos, sistemáticos y empíricos, como hemos detallado en el artículo anterior.
Una de los objetivos que nos parece importante es sensibilizar al astrólogo profesional en cuanto a los problemas que presenta el conocimiento en general y la investigación científica. El otro es llamar la atención de aquellos que están bien familiarizados con el método científico para que consideren el fenómeno astrológico como un hecho empírico posible de ser estudiado con toda la rigurosidad del caso. Ambos objetivos apuntan a una sola cosa, nuestra sed de conocimiento y nuestro interés por dilucidar algo que no puede pasarse por alto, la Astrología y todo lo que ella propone o significa, ha sido y continua siendo una presencia inmutable dentro de la historia de la humanidad.
Ante esa verdad se oponen otras verdades igualmente poderosas que dan lugar a una confrontación que parece no tener salida. El conocimiento astrológico no se presenta coherente y estructurado, y no existen dentro del nivel del conocimiento actual elementos para explicar satisfactoriamente el fenómeno astrológico.
Organizar el conocimiento es una tarea que puede requerir investigaciones apropiadas para lograr ese propósito. Ir al campo de los fenómenos astrológicos para describirlos con mayor claridad también es una tarea de investigación. Este tema lo desarrollaremos ampliamente de seguida.
Pero no queremos dejar fuera de nuestra perspectiva lo importante que resulta ir al territorio de las recientes investigaciones que están ampliando considerablemente las posibilidades del pensamiento científico moderno. Aunque algunas no dejan de ser solo ideas que apuntan hacia los posibles rumbos de la ciencia, la cual avanza ciertamente con relativa rapidez. Me refiero aquí a la física cuántica, la teoría de la relatividad, la genética, la astronomía moderna, y a otras propuestas como la teoría de sistemas, los campos morfogenéticos, los fractales, el principio antrópico y otros.
Estos dos campos de trabajo, bastante ambiciosos, ofrecen fascinantes perspectivas de investigación documental y de investigación experimental.